Los bergareses tienen a su disposición la receta de un nuevo postre que quiere rendir un pequeño homenaje a la historia, la cultura y las gentes de la villa. Para poder realizarlo, han sido necesarios varios ingredientes.

El primer ingrediente es una idea. La idea fue conmemorar en 2018 el 750 aniversario de la carta puebla de Bergara y surgió en la cabeza del bergarés Gotzon Arzelus. Plasmó esa idea en un documento que compartió sin descanso con muchos y que facilitó que la chispa se mantuviera encendida.

Otro ingrediente es una historia. En realidad son tres partes de la historia: la existencia de la villa hace 750 años, el descubrimiento del wolframio en 1783 y los rellenos de Bergara (han inspirado el resultado de este nuevo postre).

Un ingrediente más en cualquier obra que pretenda perdurar es la presencia del experto. Es por eso que se acudió al Basque Culinary Center, que ha materializado una idea más una historia.

Aunque la chispa individual es siempre necesaria, poco recorrido tendría sin el ingrediente de la colaboración. Así es como se ha llegado hasta aquí, con la contribución de muchas personas y entidades que han hecho esto posible sumándose a lo que se les proponía desde el ayuntamiento.

Esos han sido los ingredientes que han dado lugar a esta receta que hasta ahora ha sido de unos pocos y que ahora es de todos nosotros: WOLFRAM GOXOA.