Este recorrido une el núcleo urbano con el barrio rural de Bedoña, y da la vuelta a Kurtzetxiki. Bedoña perteneció a Aretxabaleta hasta el año 1966. Allí se localiza la iglesia de Santa Eulalia, según algunos expertos erigida encima de un antiguo castillo o casa torre. En el camino se ven campos, manzanos y viñedos de los barrios de San Andrés y Bedoña mientras se disfruta de hermosas panorámicas.

Iglesia de Santa Eulalia: En esta iglesia de estilo renacentista destacan los elementos románicos de las ventanas de la fachada oeste. El 10 de diciembre se celebra la festividad de Santa Eulalia. Cerca están la escultura Dragoiburu de Koldobika Jauregi, protegiendo Arrasate y la lápida conmemorativa del famoso poeta Loramendi.

Artazubiaga: cerca del caserío aparecen los restos de
la casa ­torre que vio nacer al linaje de Artazubiaga. Su señor, Juan Báñez de Artazubiaga, ordenó quemar la casa porque no quería verse sometido a Don Beltrán de Guevara, Conde de Oñate, esto es, bajo la dominación feudal (a mediados del siglo XV). Por ello, sus descendientes construyeron un bello palacio en el núcleo urbano (en la calle Resusta); en su escudo de armas aparece una casa ­torre ardiendo, donde se puede leer la siguiente frase:
“Pro nostri generis libertate combusta”.(Quemada por la libertad de nuestro linaje).
Campiña atlántica: son ecosistemas ricos y complejos creados por la actividad humana en los ambientes rurales, con campos de cultivos limitados por setos vivos. Antaño, formaba el paisaje principal de Arrasate. Hoy en día se ha convertido en un tesoro preciado, algo a cuidar y conservar.
Restos de la ermita de San Jose y Andra Mari Zuri: conocido por el nombre de San Josepe, era un lugar importante para las y los baserritarras de Arrasate hasta la década de los 50 del siglo pasado, aunque hoy en día solo quedan en pie algunas paredes. Todos los años, en primavera, la ciudadanía de Arrasate celebraba el día de San José en la zona de Dantzaleku, situada en los alrededores de la ermita